Este está siendo, sin duda, un año que muchos de nosotros recordaremos durante largo tiempo.
A pesar de las dificultades que se nos han generado, conseguiremos encontrarle el lado bueno !!
Tras aquella parada obligatoria, hubo que adaptarse a la situación, y en mi caso, así lo hice.
Mis clases de Qigong, en esos meses pasaron a un 'modelo virtual'.
Prácticas diarias, que nos sirvieron de ventana con el exterior, en
momentos que fueron duros para integrar lo que nos estaba pasando.
Y a la vuelta de la parada veraniega, y dada la situación sostenida que sufrimos con este virus, me propongo seguir con ese modelo de clases.